DE TENEDOR Y CUCHARA
Un buen plato es uno de los mayores placeres de la vida. Allá donde se va, uno gusta de probar la gastronomía del lugar: de paladear los sabores con los que se han criado generaciones de lugareños, de degustar las aportaciones foráneas que se funden con lo tradicional, de admirar los atrevimientos de las nuevas corrientes de vanguardia; en definitiva, de disfrutar de una buena mesa.
¡Qué suerte que estés en Tenerife! Aquí se dan la mano lo vernáculo y lo contemporáneo, lo local y lo exótico. La ubicación de la isla entre continentes ha hecho que por sus tierras pasen los sabores del mundo que se han quedado a vivir en sus platos. Si quieres paladear una receta canaria al más puro estilo de la abuela, comer papas arrugadas deconstruidas o, si se te antoja, ir al más exquisito restaurante japonés, estás en el lugar adecuado.