CARNAVAL: PURPURINA Y ANTIFAZ

Busque unas sábanas olvidadas en el fondo del armario, añádale unos zapatos viejos que fuera a tirar a la basura, esa peluca rizada que no sabe de dónde salió… También el mantel rojo que nunca usa pero que sospecha que tenía que conservar para algo, cójalo. Agregue a esos ingredientes cuatro kilos de maquillaje; cuanto más exagerado, mejor, y a ser posible que no falten unas pestañas postizas. Riegue la mezcla con purpurina multicolor y finalmente aderécela con muy buen rollo y ganas de conocer gente. ¡Listo! ¡Ya tienes un disfraz improvisado en el último minuto de cónsul romano! Solo queda salir a la calle a pasarlo bien, porque si algo caracteriza el Carnaval de Tenerife es eso, imaginación e inagotables dosis de diversión.